Darío I el Grande
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Dario I |
Darío I el Grande, rey de los persas, murió en Susa, la capital del imperio, en noviembre del año 486 aC mientras preparaba una campaña con Egipto.
El estilo aplicado a su tumba ubicada en Naqsh-i-Rustam, excavada en la roca viva de una pared
casi vertical y ricamente esculpida, fue también utilizado por sus
sucesores, convirtiéndose en una característica del arte persa.
Tumba de Dario I |
Convertido en rey de los persas - aseguraba proceder de una rama colateral de la dinastía aqueménida - en el año 522 aC después de un golpe de estado contra el mago Gaumata, legitima su poder casándose con Atosa una de las hijas de Ciro II. Pero no sería hasta el 517 aC cuando pudo afianzar su poder después de vencer a sus opositores.
Inició una centralista reorganización del imperio persa que acabó con la influencia de los príncipes locales, implantando, entre otras, las siguientes medidas:
- Dividió el imperio en 20 satrapías dependientes directamente del trono y dirigidas por sacerdotes y nobles vinculados él.
- Unificó el sistema monetario.
- Creó e instaló en los caminos reales un sistema de correos y postas. La capital Susa quedó unida a través de un nuevo camino con la ciudad de Sardes en Asia Menor.
Camino real que unía Susa con Sardes |
- Mantuvo la tolerancia religiosa de los aqueménidas y en muchos casos las instituciones políticas de los pueblos sometidos.
- Convirtió el arameo en el idioma diplomático del imperio. Hasta ese momento el uso del arameo estaba limitado a usos mercantiles y administrativos.
En lo que respecta a sus logros militares, incorporó Tracia y Macedonia al imperio y aunque también inció una campaña contra los escitas no pudo conseguir sus objetivos. Aplastó la sublevación jónica de Asia Menor y destruyó Mileto. El ataque de los griegos a Sardes en el 499 aC sería el prólogo de la primera guerra médica que terminaría con la derrota en Maratón frente a los atenienses.
Jerjes I, hijo de Dario I, le sucedió en el trono y aplicó un política de intolerancia hacia los pueblos sometidos, al contrario que sus predecesores Ciro II y Darío I . La forma de actuar de Jerjes I acabaría pasando factura al poderío económico del imperio persa.
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